Amor.

~Ya estaba cansada de esas tonterías de qué haces un domingo y el lunes ni me acuerdo... Pobre de ellos no sabían lo que se les venía encima. Porque ella era muy directa ni se iba a enamorar ni les iba a dejar que se enamorasen, eso sí, les iba a dejar claro lo que se perdían. ~

“No te enamores de una persona como yo, que me gustan las cosas en serio, que te voy a pedir que me quieras con huevos, sin excusas, sin pretextos, sin miedos o pasados que nos arruinen el paisaje.

Tranquilo, que no trato de asustarte, es que estoy cansada de lo mismo, de la mediocridad y la falta de cojones, estoy cansada del sinsabor que te dejan en la  boca los romances fugaces, cobardes y a medias.

No te enamores de una persona como yo, porque me gusta el invierno, el chocolate caliente, los dulces, las pelis con manta y los amores valientes, de esos que no piden permiso para entrar, de esos que te roban el aliento y se quedan en tus peores días.

Y te advierto que soy algo curiosa, que te voy a escribir cartas, que voy a contarte los lunares en la espalda sin que te des cuenta, que voy a querer escuchar todas tus historias y a enamorarme de tus defectos.

Así que si no vas a quererme hasta las pestañas, a pensarme el día entero, a escribirme mensajes tontos y cursis, a causarme suspiros de una tonta enamorada y una fiesta en el pecho contigo, mejor no te enamores de una persona como yo”.

¿Quizás sea ella la que no queria dejar enamorarse para que no la hiciesen daño?